Con mucha dedicación. Trabajo con mucha dedicación, ilusionándome con cada proyecto, con cada pareja, contenta y agradecida de formar parte de un día tan especial, poniendo todo el cuidado del mundo en los detalles y volcando en vuestro gran día toda mi sensibilidad y creatividad.

Corazón
Hacer la película de vuestra boda es una gran responsabilidad porque, junto con las fotos, es el único recuerdo perdurable en el tiempo que os va a quedar de uno de los días más importantes de vuestra vida. Por eso, ha de ser un video que os encante siempre que lo veáis, que os toque la fibra, que os haga volver a ese día con el corazón, con el sentimiento, y que vaya con vosotros, que os reconozcáis en él, tanto en el contenido como en la forma, el estilo.
Calma
Me gusta trabajar tranquila, con mucho tiempo, sin prisas, e incorporarme sin ser invasiva, sin que se note mucho, pasando lo más desapercibida posible. Y cuando no estoy grabando, me encanta charlar, reírme con vosotros, bromear con vuestra familiar (que a veces están tan nerviosos…). Por eso me gusta llegar temprano a los sitios donde os vestís y estoy como mínimo una hora con el novio y dos horas con la novia. Y después, ya con vosotros hasta el baile, hasta que tengo las imágenes que necesito.
Palabra
Algo que me parece muy importante a cuidar, además de la imagen, por supuesto, es el audio, la palabra, recurso exclusivo del vídeo, tanto por la calidad que debe tener como por todo lo que puede aportar a la personalización de vuestra película. Me explico. Con vuestras palabras y las de los familiares más cercanos y mejores amigos elaboro un guión, un hilo narrativo que va construyendo vuestra historia y que os define a vosotros, vuestra forma de ser, vuestros sentimientos, vuestros sueños..



Así puedo hacer películas que muestran no sólo lo que pasó el día de la boda, sino el proceso más amplio que significa la organización de una día tan importante. Además, esas palabras me ayudan a reflejaros mejor como pareja, a dibujar vuestra historia, que es única y diferente a la de cualquier otra pareja. Por eso os animo a hablar de vuestra historia de amor en la preboda y luego, otro día, con un café o una cerveza, en vuestra casa, tranquilos, relajados, hablamos de la boda en sí, de la alegría y los desvelos que os ha supuesto la preparación.
Me fascinan todas las posibilidades que ofrece la palabra para enriquecer el vídeo y lograr películas absolutamente personalizadas, que no cuentan un boda, sino vuestra boda.
Por ello, trabajo con equipo fotográfico para hacer video. Las cámaras fotográficas DSLR consiguen en video imágenes muy bonitas estéticamente y nos permiten a los videógrafos trabajar con aspectos fotográficos, como la profundidad de campo o las imágenes a contraluz. También llevo “juguetes”, que es como me gusta llamar a la steadycam (estabilizador de cámara) y al slider (riel horizontal), que permiten movimientos de cámara al estilo cine que quedan fantásticos en la película de boda. Y también grabadoras y micrófonos que garantizan muy buena calidad de audio. Y una gopro para hacer time lapses cuando se dan las condiciones propicias.

Si estáis aquí, conociéndome, es probable que ya tengáis fotógrafo. Si es así, genial, seguro que nos coordinamos fenomenal. Me adapto muy bien a diferentes modos de trabajo y además, me encanta conocer compañeros nuevos y seguir aprendiendo, que así es como me he construido en gran medida como videógrafa, aprendiendo de los excelentes profesionales con los que he trabajado. Si aún no os habéis decidido, deciros que trabajo con fotógrafos fantásticos, los mejores, que seguro os gustarán.
Como trabajo final os entrego un pen drive con vuestra Love Story (la preboda), la película de la boda (que tiene una duración de entre 20 y 30 minutos) y un resumen con los momentos más importantes y emotivos (también llamado Highlights).
No hace falta decir que vivo en Madrid, pero me desplazo a cualquier rincón del mundo. Allá donde me necesitéis, allí estaré.
